Tan importante como saber tratar las hemorroides a tiempo (en especial cuando son trombosadas, tan peligrosas como dolorosas) es saber y poder evitar la reaparición de éstas, además de saber llevar un estilo de vida lo más cómodo posible, sin perjudicar para ello el proceso de recuperación en sí.
Tras la operación de hemorroides (llamada hemorroidectomía), el paciente suele ser dado de alta el mismo día de la intervención, siempre que el médico considere que para su recuperación solamente son necesarios algunos analgésicos, vendajes para la herida o suavizantes de heces para hacer más cómodamente las deposiciones.
De media, el proceso de recuperación de una hemorroidectomía asciende a las tres semanas, aunque si el paciente necesita más tiempo para terminar su rehabilitación no tiene por qué alarmarse ni volver al médico, a no ser que no esté notando una mejora progresiva de los síntomas.
Durante las dos primeras horas de la convalecencia el paciente puede sentir cierto dolor, adormecimiento o incomodidad, especialmente en la zona operada. En este periodo existe un cierto riesgo de sangrado anal, de ahí que el objetivo prioritario para la comodidad del paciente sea mantener sus deposiciones líquidas. Para ello es aconsejable la utilización de un ablandador fecal, y que el recién operado mantenga un saludable nivel de ingesta de líquidos (sobre todo agua en abundancia) y fibra.
Para una recuperación más rápida conviene que sea el propio paciente quien tome las precauciones requeridas para que su sistema digestivo esté limpio y regulado. Además, debe mantener seca la región anal afectada y evitar su irritación con el fin de prevenir futuras y posibles infecciones.
En ocasiones el médico o especialista puede recomendar al paciente que tome baños de asiento salados o jabonosos varias veces al día, procurando mantener la temperatura del agua tibia y teniendo especial cuidado en la zona afectada. Con ello se pretende evitar posibles molestias o incomodidades que perturben el proceso recuperativo.
Es importante no ignorar que, si bien durante las dos primeras semanas la recuperación dista mucho de ser agradable o indolora, conviene que el paciente no tema someterse a la hemorroidectomía; sin duda, uno de los tratamientos más eficaces para las hemorroides con posibilidad de curación y un bajísimo porcentaje de recurrencia, entre un 5 y un 20 por ciento.
A la hora de que el paciente retome sus actividades cotidianas conviene discutir con el médico cuánto tiempo es necesario guardar reposo, cuándo se debe volver a los quehaceres habituales e, incluso, si merece la pena disminuir un poco la cantidad de trabajo llegado el momento de recuperar la jornada laboral.
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Igual considero que una operacion de este tipo es muy delicada y el post operatorio debe ser dificil.